Grandes pero invisibles
- Iraitz Casillas
- 26 ago 2022
- 7 Min. de lectura
Actualizado: 7 sept 2022
Las tallas grandes y su lucha constante contra los estereotipos

Muchos aficionados a la moda saben lo que se siente al ir a su tienda de ropa favorita y no encontrar su talla o que la que le corresponde no le entre. Pero imagina qué se debe sentir sabiendo que esta no está y no va a estar nunca en esos establecimientos porque se considera una medida poco común. A esto hay que sumarle la falta de comercios que venden tu talla y la escasez de estilos que hay en los que sí lo hacen. Esta es la realidad de cientos de personas que se ven marginadas por tener una talla “grande”. Estas son aquellas que para la industria de la moda no son “normales” o “estándares” y que en España comprenden todas las tallas por encima de la 42. Actualmente la mayoría de las tiendas de moda convencionales no fabrican prendas más allá de esta medida, y si lo hacen suelen ser prendas básicas que no permiten a sus portadores ponerse creativos con sus conjuntos.
Lo cierto es que, tal y como apuntó el Ministerio de Sanidad en 2013, la talla de ropa más vendida en España es la 44. De hecho, la modista de Berpiztua aclara que dos tercios de sus clientes son de talla grande, y que lo que nos venden en las pasarelas no es la realidad de la calle. Es por eso que extraña que justo esta medida sea la gran desaparecida de la mayoría de tiendas. Casi todos los comercios de moda trabajan con un tallaje que se mueve entre la 32 y la 42, considerando esta última como el límite entre las tallas “normales” y las tallas “grandes”.

Una modista que trabaja en la tienda de arreglos Berpiztua, la cual quiere mantenerse en el anonimato, afirma: «Sí se fabrican tallas grandes, pero no las suficientes. Al final, el coste de producción es más caro porque es más material y más tiempo, y es menos rentable. Al fabricante le puede llegar a costar mucho producir prendas para los distintos cuerpos que componen las tallas grandes».
Mara Montiel es una diseñadora de Sopelana, dueña de la tienda Pura Madre. La joven de 32 años diseña las prendas de su comercio, pero también rescata ropa vintage y la arregla para ponerla a la venta. Mara explica que, en su caso, le resulta difícil producir todas las tallas. Como marca pequeña, es un coste que no puede sostener. Aunque no puede hablar en nombre de otras empresas más grandes como las de Inditex, que sí que se lo pueden permitir. Por otra parte, en Pura Madre existe la opción de diseñar prendas a medida.

Las marcas de moda y su tallaje
Inditex es una empresa multinacional española de fabricación y distribución textil, cuyas marcas son las más consumidas por la población nacional. Hace unos meses, la marca de Inditex Stradivarius anunció que pondría a la venta unos vaqueros pitillos talla única. Con el nombre de Size 0 la marca ha diseñado unos pantalones ultra elásticos que se adaptan a todo tipo de cuerpos bajo el lema «No labels. No sizes. No limits. The most inclusive denim. A pair of jeans that fit everyone». (Sin etiquetas. Sin tallas. Sin límites. El denim más inclusivo. Un par de vaqueros que sientan bien a todas). Pero esta noticia no ha tardado en crear polémica en las redes sociales, ya que esa inclusividad a la que se refieren solo tiene en cuenta las tallas de la 32 a la 42.
«Me parece bien que hayan sacado esos pantalones, pero también hubiera estado bien que hicieran otros de la 42 a la 52, ya que se ponen», comenta Mara Montiel. Por otra parte, Irati Arrumbarrena, una joven de 22 años de Galdácano que lleva una cuenta de Tik Tok sobre moda, es más severa con esta polémica: «Eso de todas las tallas es un poco difuso. ¿Qué pasa? ¿No hay personas que tengan tallas a partir de la 42? Volvemos a lo mismo, una marca de Inditex que no tiene variedad de tallas y que por lo que parece intenta ganarse un hueco, por así decirlo, entre el movimiento Body positivity, pero que realmente le sigue sin interesar atender al grupo poblacional de personas gordas».

Otras marcas, sin embargo, luchan por ser cada vez más inclusivas, como es el caso de Kiabi, C&A, Mango o la empresa minorista Shein. En el caso de Mango, hasta hace unos meses la compañía tenía una submarca llamada Violeta de tallas de la 42 a la 54. Recientemente Mango ha decidido cerrar Violeta e incorporar los tallajes que producía a la marca original. Si bien es cierto que, por ahora, la que más posibilidades ofrece es Shein. Esta empresa se ha ganado a los clientes con gran rapidez ofreciendo un amplio catalogo de tallas y estilos a un precio asequible para todos los bolsillos.
«Las tiendas más tradicionales se han quedado estancadas en el pasado. Es difícil encontrar tallas grandes. Pero, aun así, creo que muchas tiendas se están empezando a concienciar de ello, sobre todo por internet, donde es más fácil encontrar estas medidas. En los comercios físicos, es más complicado», comenta Irati.
Ruth Huerga es una creadora digital bilbaína que obtuvo en 2018 el título de Miss Plus Size Euskadi. A día de hoy, a sus 33 años, cuenta con 16.700 seguidores en Instagram, donde sirve de inspiración para las personas con tallas grandes. «A veces ser un referente ejerce una presión totalmente innecesaria en tu autoestima. No se es más o menos valiente. Cada uno decide cómo abordar lo que le sucede en la vida; y vestir como quieras, independientemente de tu talla, es una manera de sentir y vivir. Nada que ver con la valentía», confiesa la Miss.
Ruth Huerga cree que se pueden adaptar los estilos de las tallas “normales” a las grandes, aunque ciertamente no hay todo tipo de prendas, y si las hay son más caras. Además, hay que buscar en profundidad para encontrarlas.

Más allá de la estética
El problema de la exclusión de las medidas grandes en las marcas de moda no se limita a un asunto estético, va más allá. Tal y como apuntaba en 2019 un estudio del Gobierno de Aragón y la Asociación Aragonesa de Familiares de Enfermos con un Trastorno de la Conducta Alimentaria (Arbada), no encontrar talla provoca malestar psicológico en casi el 70% de los encuestados. El sistema de medidas actual no se adapta a las características de una gran parte de la población y fomenta el rechazo propio, induciendo así a conductas de riesgo para la salud. Otro de los elementos que provoca malestar entre los consumidores con su propio físico es el aspecto de los maniquíes de las tiendas y de los modelos que aparecen en los catálogos, definiéndolos como delgados y muy delgados para la mayoría de los encuestados, según el mismo estudio.
«Los fabricantes tienen que modificar los patrones. No se están dando cuenta de que la población española está cambiando. Yo me acuerdo que hace 15 años los españoles eran más delgados, pero la población actual ya no lo es tanto. La 44 de hace 15 años ya no coincide con la 44 actual. Al igual que dependiendo de cada país las tallas también van cambiando», asegura la modista de Berpiztua.

La lucha de las personas con tallas grandes ha llevado a la creación del concepto Body positivity. Este movimiento defiende la aceptación de todos los cuerpos y cuestiona los estereotipos sociales. Pero este movimiento tampoco se ha quedado exento de polémicas. El pasado febrero, Barbie Ferreira, una de las actrices principales de la serie Euphoria, declaraba que asumir que una persona de tallas grandes es valiente por llevar ciertas prendas no deja de ser gordofobia. Además, añadió en Who What Wear que siente presión por tener que quererse a sí misma.
Irati Arrumbarrena señala que a raíz del movimiento Body positivity también ha surgido otro llamado Body neutrality que se basa en no opinar de los cuerpos ajenos. «Estoy de acuerdo con la opinión de la actriz, porque al final, una persona gorda puede llevar lo que quiera y no por vestir ropa más provocativa es más valiente o superior a una persona gorda que va en chándal. Al final, cada uno es libre de ponerse lo que quiera y a nadie más le debería de importar», añade.
Los estereotipos y sus constantes cambios
La moda varía según las tendencias, las épocas, las estaciones, … Pero el mayor motivo de su cambio son los estereotipos sociales que han surgido durante la historia de la humanidad. A finales de la Edad Media los estereotipos dictaban que las mujeres cuantos más kilos tenían más hermosas eran, ya que esto significaba que tenían dinero para estar bien alimentadas. Los estereotipos actuales, por el contrario, dictaminan que cuanto más delgada mejor. Como prueba de ello solo hay que ver las pasarelas de las marcas más influyentes.
«Los estereotipos de belleza son algo muy cambiante y no deberíamos prestarles mucha atención. En cada época han ido cambiando completamente y lo único que hacen es que las personas tengan una autopercepción bastante pésima de sí mismas. Se debería fomentar el amor propio para no tener que seguir los estándares de belleza actuales», propone Irati. Por otra parte, Ruth comenta que, principalmente, los estereotipos son algo que la industria de la moda propicia. Y aunque son limitantes, a lo largo de la historia ha habido cambios en ellos. Solo queda seguir trabajando para volver a cambiarlos.

A pesar de la exclusión de las tallas grandes en la moda, poco a poco más modelos con este tallaje se van añadiendo a las pasarelas. Modelos como Tess Munster, Ashley Graham, Katya Zharkova, entre otras. Pero aún no son suficientes, o así lo expresa Irati: «Todavía no hay suficientes referentes, y los que hay se rigen todos al mismo tipo de cuerpo: el de reloj de arena. Las personas gordas vienen en muchas formas. Debería haber más diversidad».
Ya no es un asunto de unos kilos más o unos kilos menos, ya no es un tema sobre el físico. Ya no es lo rentable y lo no rentable, ni lo estético ni lo antiestético. Ya no es el quererse a uno mismo o simplemente soportarse. Hay mucho más en juego. La salud mental de cientos de personas está en peligro, porque que no te acepten es difícil pero que no te dejen aceptarte a ti mismo lo es aún más.
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