"El terror de mis relatos proviene de la densa oscuridad de mi corazón". - Edgar Allan Poe
Cuando comencé a leer a Edgar Allan Poe descubrí un tipo de relato que nunca había leído. Un relato hermoso, lleno de descripciones perfectas del ser humano y de la naturaleza, pero todo esto de manera superficial, ya que, cuando continuaba leyendo, me encontraba con mentes oscuras y perturbadas que terminaban asesinando la perfección antes descrita.
Edgar Poe nació en Boston en 1809 en el seno de una familia de actores ambulantes. Trágicamente, sus padres murieron cuando él tan solo tenía dos años dejándole a él y a sus hermanos abandonados en la penuria.
Un día un negociante de la ciudad, John Allan, se encariñó de Edgar y lo adoptó, modificando su nombre a Edgar Allan Poe. De esta manera, su destino cambió, y se educó en un ambiente de comodidades.
Unas deudas de juego que contrajo provocaron que su padre adoptivo y él tuvieran una desavenencia, por ello Poe decidió participar en la guerra de los helenos y luchar contra los turcos, aunque no se sabe a ciencia cierta que hizo el escritor realmente en ese periodo.
Poco después de su vuelta a América, su madre adoptiva falleció, y John Allan se casó con otra mujer. Esto causo una nueva disputa entre padre e hijo, quienes se distanciaron y, más tarde, Edgar fue desheredado. Poe volvió a la miseria en la que vivía antes, pero una afortuna casualidad relacionada con su pasión por la escritura hizo que surgiera en él una pequeña esperanza.
El dueño de una revista acababa de fundar dos premios, uno al mejor cuento y otro al mejor poema. Poe ganó ambos. Gracias a este acontecimiento, Edgar se vio a sus veintidós años dirigiendo una revista. Durante los dos años siguientes fue publicando en esta sus relatos, relatos que sorprendieron al público por ser un género nuevo para ellos.
Con los bolsillos medianamente llenos, se casó con su prima Virginia Clemm. Por desgracia, dos años después fue despedido por problemas de embriaguez, volviendo así de nuevo a la miseria. Mientras tanto, seguía publicando textos en distintas revistas, textos que le traían poco a poco el éxito.
Dadas las extrañas y complicadas circunstancias en las que vivían él y su mujer, Virginia falleció por una enfermedad que ambos habían contraído. Poco después su carrera comenzó a despegar, el público admiraba sus trabajos, sobre todo en Richmond, donde él había crecido. Es por eso que decidió mudarse allí, pero no le dio tiempo a hacerlo, ya que días después lo encontraron muerto en una de las calles de Baltimore a causa del delírium trémens, un síndrome de abstinencia del alcohol.
Edgar Allan Poe murió dejando un espectacular legado de historias tan hermosas como perturbadoras. Pero no todos sus relatos son terroríficos, algunos como El retrato oval o Eleonora tratan de narrar las cosas que se pueden llegar a hacer por amor. En mi opinión, Poe era un loco romántico, alguien que sabía ver la belleza de todas las cosas e imaginar lo perturbadoras que podían ser.
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